Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

miércoles, 25 de enero de 2012

La razón de mis poemas.

Los besos de esquimal. Las constelaciones de tus lunares. Un tazón de colacao. Guerras de bolas de nieve. Elefantes que desayunan chococrispies. Los abrazos de oso. Ratitos de cosquillas. Incendios de nieve y calor. El cielo de lo nuestroHacerte gritar. Recordarte en un manantial de sueños. Dormir con los zapatos puestos, sin atar. Romper de un beso la gravitación universal. Los viajes en tren acurrucados.Bolboretas de colores. Los colores de una sombra. Compartir los cascos de tu iPod y cantar a pleno pulmón en el metro. Que tus expiraciones sean mis inspiraciones. Llover miradas. El murmullo de tu voz de agua. El planeta de el Principito. Los ojos de OtoñoInstantes de magia.Tiritar(nos)Comernos. Una siesta muy larga después de desayunar. Secuestrar tus escalofríos. Los besos en la nuca. Tus orgasmosDías azules. Trece. Que donde se acabe mi boca empiecen tus labios. Llorar migajas de pan, (cuando se secan figuritas de mazapán)Turnedo. Tu morriña. El norte en tus te quiero. Los domingos cosidos en la cama. Desayunar(te). Que me escribas. Tus mensajes de madrugada. Dibujarnos infinitos en la tripa. gr∞

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