Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

lunes, 13 de febrero de 2012

Desenfreno.

Me levanté resacosa y despeinada, con ganas de ser mimada. Fui fiel a mis borracheras de brugal y a los besos de mi donjuan, a las noches de desenfreno finalizadas en algún portal. Tus manos rozaban el filo de  mis braguitas, sin querer nos perdimos entre la oscuridad de la noche y lo obsceno de los callejones. No me quiero olvidar de aquella canción que me elevó hasta las nubes, que eliminó mis penas y mi voz a las seis de la madrugada. Te las das de sincero pero a mi no me engañas. Quiero comerte y acabar contigo, despertarme y ver que aun no te has ido.

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