Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Soy un nómada por tus hormonas alteradas monada.

 


Ven desnúdate, sabes que hacer cuando hablamos de placer, voy a compadecer ante el balcón de tus oídos y a tu parecer los dejaré pitando hasta el amanecer. La mejor marca de ropa que conozco se llama tu piel y no hay mejor pincel que la imaginación, el respeto el amor en conjunción con un tal colchón.
Ven, rebélate, entérate que te quiero comer, te quiero ofrecer un pedazo de mi vida en forma de sexo bestial. Mirarte a la cara cuando estas apunto de explotar; te gusto y tocarte las alas, podemos llegar al cielo, no nos cuesta nada, la ropa empapada, cómplices miradas es testigo irreverente del amor declaro la almohada.
En el único deporte de contacto que sin prohibiciones siempre hay ganadores, no hacen falta discusiones, debates ni peros. 
Empecemos con un par de besos, caricias mordisquitos, susurros y piel de pollo; también me vale aquí te pillo aquí te follo no hay problema, el problema lo tienen los otros. Me encantaría, aunque sé que estoy soñando. Relájate, no hay prisa , solo sonrisas de complicidad para crear el pacto.