Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

domingo, 25 de marzo de 2012

Lo raro sería no pensar en él.

Que raro, otra entrada para él. De las últimas que podré terminar con un S1. No quiero hacer un inventario de estos casi tres meses porque todavía nada ha acabado. Yo como siempre, enamorada. Él como "siempre". Digo como "siempre" ya que me di cuenta de que no conocí al verdadero Sergio, no sé ni que conocí. Fue mi error acostumbrarme a sus palabras y a sus besos. 

El amor, una puta locura.

Como una droga que te hunde en la miseria y desestabiliza tu vida por completo.

Ella.

Lo que necesita es a ella. Esa ella que le robe el corazón y le despierte el alma. Esa que le hará adicto a sus besos y le hará el amor en la oscuridad. Esa a la que le podrá dedicar "bebe rubia la cerveza pa'acordarse de su pelo". Esa que esté tan loca como él pero que le haga cambiar. Esa por la que deje los vicios para hacerse adicto a ella. Esa a la que al presentarla a sus imprescindibles diga "es ella".

Peor imposible.

Se dice, que cuando alguien o algo entra en tu vida de repente, se va de la misma manera.
Y es verdad, nada dura para siempre, a veces ni los buenos recuerdos cuando alguien se encarga de estropearlos. Lo único que nos/me quedaba eran eso, recuerdos, bonitos momentos, que tú, todavía no se con que fin, te has encargado de borrar. No se de que han servido todos estos juegos, todas esas palabras a quemarropa y esos absurdos deseos. A lo mejor mi problema fue que no leí las instrucciones antes de empezar con esto.

Espero que te vaya bien, bueno no, espero que tengas exactamente lo que te mereces, ya sea bueno o malo. Porque el mundo, la vida, y las acciones que hagamos en un momento determinado, pondrán a cada persona en su lugar, a cada nube en su cielo, a cada "rey" en su trono y a cada perdedor en su banquillo.
Y espero también que algún día te acuerdes de mi, no por mi cara, ni por mis manos, ni por mi forma de reír, si no porque no quieras dormir por ver dormir a tu pareja, quizás sea ese el momento, en que entiendas lo rojo que se me ponía (tiempo pasado) el corazón al verte. 

miércoles, 21 de marzo de 2012

Los temblores vuelven.

Desestabilizo, me cuesta respirar. Tengo frío y comienzo a temblar. No me digas que me quieres, sabes que lo eres todo para mi. ¿Cuántas veces le he dicho que es todo para mi? Lo sabe de sobra, esto es cruel. No sé que le pasa, no sé. Tiene un mal día, o eso dice. Y el final se acerca, cada vez menos, cada vez más distantes. Se irá y yo me quedaré. Sin despedidas y sin te quiero's. Nos espera un adiós definitivo.

sábado, 17 de marzo de 2012

Ya ha pasado lo que tenía que pasar.

Cinco horas, horas eternas. Horas sin saber que hace, si está con otra. Se me hace difícil confiar después de saber todo su pasado. Y ahora solo espero que esté bien, que haya pensado aunque sea un poco en mi o al menos me recuerde. Necesito saber si ha estado con otra, aunque me destroce, quiero que me lo diga.

Ha pasado la tarde.

Tarde de sobredosis de amor, de películas. Tanto amor de película que ni veo el teclado. Demasiado chute. Me da por comparar, me da por comparar lo nuestro con una película y siento que solo quiero yo. Hay detalles que por muy pequeños que sean te hacen ver que no, que no siente lo que tu. 
Comentan que el primer amor te marca de por vida y a decir verdad, tengo miedo de ello. Tengo miedo de ser otra más en su lista mientras él, mientras él es todo para mi. Temo que me deje y que vayan pasando más chicos por mi vida, mejores y peores pero nunca iguales a él. Tengo miedo de no poder olvidarle nunca, de no sacarme el verde de sus ojos de mi cabeza.

Le necesito a mi lado.

Vuelve y que sea pronto, me duele el corazón de quererte.

Ojalá siempre me eche de menos.





Quiero que seamos de esos que están destinados. De esos que por mucho que se separan, siempre acaban juntos. Pase lo que pase. Siempre le querré. Adoro desde sus más hasta sus menos.

Necesito escribir.

Antes de chutarme con "El diario de Noa" lo necesito. Y joder, ya estoy llorando. Después de lo de ayer, he reflexionado mucho. Vale, no puedo mentir, no he reflexionado una mierda. He querido dejarle, lo de ayer me dolió más que cualquier ostia. No estuvo desaparecido, estuvo con esa otra, la barbie de melena rubia y ojos azules. No sé que hace conmigo, mi melena es más oscura que su pasado pero bueno, no me iré por las ramas. Encontré mi olor en su ropa, me dijo cuatro palabras y volví a caer.  En el fondo todos sabemos que le quiero, y eso es lo peor, le quiero. Otro sábado más que yo estoy tirada en el sofá, escribiendo textos tristes y llorando. Él mientras  de fiesta, quien sabe dónde, quien sabe con quien. 

Enloqueció más y más al tenerle cerca.

Regresó, y para quedarse, para irse con ella. Se miraron a los ojos, él sabía que algo malo pasaba. Ella solo podía mirar al suelo, las lágrimas desfilaban por su cara. Prometió no dejarla nunca, ser su sombra. Y se sentaron juntos, se abrazaron delante de todos. Se fueron a dar una de sus vueltas. Besos y abrazos al ritmo que les marcaba el corazón, bajo las estrellas. "Tequiero's" a a destiempo. Peticiones de matrimonio. Amor. Olvidarse hasta del reloj. Regresaron a buscar el bus que les separaría. Más juntos que nunca. Se robaron el chicle de la boca, porque así molaba más. Ella apoyó la cabeza en su hombro, como le gustaba hacer. Y se separaron físicamente porque ella lo lleva cerca, muy cerca, dentro de su corazón. Y por él haría la locura de escaparse una y mil veces. Porque sus ojos son la razón de su locura. 




Y ya desde casa solo pudo decirle: Te quiero Sergio.

Y la locura siguió.

Se posaron por puertas diferentes, cruzaron calles distintas, pero allí estaba, en ese bar. Se acercó a ella mientras bailaba y se empezaron a besar. Todo era perfecto, pero creas o no, las cosas se tuercen. Cambio de bar, cambio de gente. Todo el mundo, todo el mundo no, faltaba él. Todos sus amigos y ninguno sabía de su paradero. Y ahí estaba ella, fumando una cachimba intentando colocarse y olvidar, olvidarle pero sin éxito. Hundida en las miserias sin su presencia. Solo podía temblar, le costaba hasta respirar. Y él regresó, pero no para quedarse. Cuatro excusas, un beso y "hasta luego". 





Se le caía el alma a los pies de pensar en él.

Locuras por amor.

Era una adolescente corriente, corriente y enamorada. Camiseta de encaje negra, taconazos y brillo de labios. Con un "hasta luego" se fue de casa, escapada y con una única idea; verle. Sus amigas la esperaban al otro lado de la carretera, le decían: mejor correr, o perderemos el tren. Y allí estaban todos, corrijo, casi todos. Faltaba él. Se montaron el el tren, la tarde-noche prometía. Las estaciones pasaban, una estación más era una estación más cerca de él. Y llegó, cruzó el vagón y saludó a sus colegas. Ni una sola mirada hasta que decidió sentarse a su lado. Y ella solo podía mirarle esos ojos verdes, mientras le decía al oído: estás preciosa, como siempre. Y llegaron a su destino.


jueves, 15 de marzo de 2012

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http://la-vida-en-un-suspiro.blogspot.com/search?updated-max=2010-07-01T21:46:00%2B01:00&max-results=15&start=135&by-date=false

Soñé..

Acabo de llegar al piso, he salido esta noche. He bebido, he reído e incluso, por unas horas, te he olvidado. No, mentira, no puedo mentir. No he dejado de pensar en tí ni un sólo instante, te imaginaba conmigo a cada momento, incluso soñé que me dabas la mano. Soñé...

Enséñame a vivir sin ti..



Sin tu sonrisa, sin nuestras tonterías, sin tus caprichos, sin tus juegos, sin tus besos, sin tus caricias, sin... sin todo lo que somos y todo lo que hacemos. 

Porque me he dado cuenta de que sin ese todo, no soy nadie...

Sé reconocer el amor cuando lo veo pasar.


Quieres besarle, hasta que no respire. Sientes un cosquilleo dentro y es tu mayor vicio. Siento desilusionarte, no es amor. Amor es sonreír cada vez que te hablan de él. Querer pasar cada hora de tu vida a su lado. Ser feliz si él lo es. Verle perfecto. Que te encante su forma de ser y no poder odiarle aunque quieras. Hacer locuras, sentir esa inmensa felicidad similar a la de alguna droga. Quedarte sin respiración, sufrir. Sentir que te mueres si te falta y que nada más importa. Querer saber de él las 24h, preocuparte. Sentir que es él o nadie. Sentirle cerca.


Y también se reconocer el amor cuando lo siento.

Días como hoy, días para observar.

La gente viene y va y no se detiene. Pasan niños, adultos y mi vecino del segundo. Ese anciano al que hasta no hace más de cinco años tenía miedo. Ese que nos regañaba. Yo siento que es especial, en sus ojos azules se refleja que tiene un gran corazón. Y ahora pasea melancólico, ha perdido a su esposa. Me hace reflexionar sobre muchas cosas, sobre Sergio. La mayor suerte que se puede tener es que la persona más importante para ti te quiera; y yo la tengo. Y he llegado a la conclusión de que no es uno más, que tal vez me he enamorado de verdad. Sé que pensaréis: Tienes 15 años, es un capricho. Y yo digo: ¿Y si no lo es? ¿Y si es él?. 
Me pasaría el resto de mis días junto a él. Pero la suerte al igual que la vida, se acaba y lo nuestro acabará. El tiempo, la distancia o otra. Yo lo que quiero es consumir mi vida junto a él, con infinito tiempo, 0 distancia y nadie más. Y algún día pasear sola, al igual que mi vecino; recordándolo en silencio después de una vida entera a su lado.

lunes, 12 de marzo de 2012

Y al mismo tiempo, él intenta ganarme.


Y por primera vez, este él no es Sergio, es Pela. Su "colega". La verdad que le vi y me encantó, y él ayuda con su chulería. Con sus maneras de ligón, con sus frases bonitas. Un creído más, pero he de decir que me enamoró su pelo y su manera de vestir. Y que sea skater, me pone aún más. Y me lo comería, es perfecto. Por muy perfecto que sea, amo a Sergio por encima de todo. Siempre está ahí para hacerme sonreír. Casi sin conocernos me está ganando.

Y era perfecto aquello de quererse.

Cuando discutíamos por quien quería más. Cuando me decía cosas que me hacían temblar, cuando sonreía cada día con sus mensajes. Cuando me echaba a llorar de tanto querernos, de felicidad. Cuando se me quitaba hasta el hambre, porque solo le necesitaba (y necesito) a él para ser feliz. 

No me quieres tanto.

Nunca he tenido tantas ganas de enamorarme, y nunca he sido tan filofóbica.
Nunca he tenido tanto frío debajo de mi edredón, nunca te he querido tanto y a la vez he confiado tan poco en ti. No sé qué espero, no sé si sobreviviremos a mis miedos... pero no puedo ser más sincera, te prometo que no puedo. No sé ni lo que estoy escribiendo... mis pensamientos nacen solos... y yo anestesiada golpeo el teclado, como si estuviera escribiendo algo ajeno a mi. 
Has desaparecido. Como de costumbre. ¿Dónde estás? ¿debería importarme? Mi vida era sencilla hasta que hicimos el amor. Mi vida era aburrida, pero fácil. Ahora estoy dividida... una de mis mitades sólo quiere estar contigo, la otra quiere echar a correr. Y en medio estás tú, dedicándome esa puta sonrisa.
Esa puta sonrisa que define la felicidad, o al menos mi felicidad.
Creo que me desnudé antes de tiempo. Hice lo que sentía, pero lo cierto es que debería haber sido más racional. Deberíamos habernos atado las manos...
¿Sabes por qué? porque en el fondo la que va a salir perdiendo soy yo. Cuando esto acabe (porque va a acabar) tú vas a seguir entero, porque no te importo tanto, no me quieres tanto. Sin embargo yo voy a romperme en mil pedazos. Voy a llorar, voy a echarte de menos, voy a morirme de celos cuando otra te haga feliz, voy a desgarrarme con tus canciones favoritas. Voy a romperme.
Y tú ni siquiera pensarás en mi cuando suene en tu cuarto la voz de Iván.
Voy a salir perdiendo. Y tú vas a ganar otro capítulo para la historia de tu vida.
Sólo otro capítulo, otra anécdota. 
Sólo eso. 
Soy un capítulo, quizás una línea... la más fina, la más débil. 
Y tú mi vida entera.
Sólo eso.
El amor de mi vida. 
Sólo eso. 

Él es de las sustancias que no recomiendan mezclar.

Y como siempre, esta rebelde no hizo caso, no quiso hacerlo. Quiso apostar por él. Apostar por este amor. Y no quería quererle, el era un puto rollo de un día. Tampoco sé porqué volví a besarle una vez, y otra, y otra.... No me explico porqué deje que me enamorara, ni porqué empecé a estar con él. Y ahora más que nunca veo el final de todo esto. Y lo que yo le digo, desafortunadamente, es verdad 100%. Pero de nada importa que sin él yo no pueda vivir, de nada importan mis sentimientos ahora mismo. 



Y como me dijeron, no mezcles a Sergio con el amor.

La anterior noche.

Dicen que mezclar amor y otras sustancias no es bueno. Mi cóctel fue explosivo. La peor de las sustancias que mezclé fue él. Ese puto vicio del que no puedo deshacerme. Verle y caer a sus pies. Abrazarle y no querer soltarme, quererlo todo con él. Que me acompañe hasta el coche de la mano, que quiera conocer a mi madre. Pero eso ya es pasado, él ya no es él.



Y busco una canción que se ajuste a este desbarajuste.

Y no la encuentro. No encuentro palabras para expresar esto que siento. Antes de ayer buscando frases para decir que sin él no soy. Y es que lo que estaba bien ahora está fatal. Y hoy, hoy buscando palabras para intentar decir lo que siento. Hubo un desbarajuste en la balanza. Se entornó hacia mi lado, hacia quien quiere más. Y yo nunca me hubiera cansado de ese "pesado" que me seguía por la discoteca, porque yo le quería. Y el "pesado" se transformó en un pasota absoluto. Saldrá el sábado, le gusta una de mis mejores amigas, se ha cansado de mi, ni tiene tiempo para verme y hasta tiene una nueva "barbie". Y la culpa es mía, mía por creer que la anterior noche fue perfecta.

jueves, 8 de marzo de 2012

Quiero tantos besos como estrellas tiene el cielo.

Quiero echarte de menos cuándo más cerca estés de mí, quiero que me susurres que lo sientes, quiero que te quedes siempre a menos de dos centímetros de mí. Quiero que me agarres por detrás cuándo menos lo espere y me mordisquees la oreja. Quiero compartir contigo tardes de cine, y domingos tumbados en medio de la nada abrazaditos al Sol. Quiero un sueño, del que no despertemos jamás, quiero no imaginarme un fúturo lejos de ti. Quiero que la vida me demuestre que no estoy aqui de más, quiero vivir en la cima de tus sueños y ver al resto del mundo desde alli, quiero que me cantes al oído la canción de Rulo, tan mítica como creas conveniente, tú no eres sin mi, yo solo soy contigo.
Quiero un peluche en San Valentín y que le hagas la pelota a mi padre con eso de : Sí yo cuidaré de ella.
Quiero que cuándo me presentes a tus amigos digas, es ella...
Y quiero las peleas, los enfados tontos.. las reconciliaciones y los yo te quiero más.
Quiero que aparezcas cuándo menos me lo esperé y quiero que aparezcas ya.
Quiero que digas que soy tu princesa, y despertarme a tu vera, una vez más.
Quiero tantos besos como estrellas tiene el cielo. Te quiero a ti

miércoles, 7 de marzo de 2012

Siento demasiado.

Tal vez eso que sientes lleve dentro de ti más tiempo de lo que crees. Tal vez quieras más de lo que nunca creíste poder querer. Un sentimiento que no sabes cuanto lleva ahí; tal vez desde la primera vez que le viste, tal vez desde tu primer beso, tal vez desde la primera vez que os dijisteis "te quiero". Y ese sentimiento día a día crece, sin darte cuenta. Te empiezan a doler sus palabras, te afecta lo que a él. Te hace sonreír cada vez que te habla. Le empiezas queriendo, luego te encanta, y llega el punto en el que lo de amarle se queda corto. Llega el momento en el que no puedes expresar con palabras lo que sientes. Pensar en perderle y sentir que te cuesta respirar. Que se te acelere el corazón hasta llegar al borde de la taquicardia por tenerle cerca. 








Y vivir colgada de su boca, hechizada con sus ojos.

lunes, 5 de marzo de 2012

Taquicardias.

Lo que más me gustaba de ti es que aunque ya no soñara tanto contigo seguía dándome taquicardias cuando veía tu nombre por algún lado, aunque estuvieras omnipresentemente impresente.
Y no me mires cuando te mire que es de mala educación pillar a una observándote.
No es que no te quiera tanto es que me gustan las anomalias, y la de hoy es una pero me gustan más las que nunca llegaré a entender.

sábado, 3 de marzo de 2012

te como.



Vuélveme loca.

Y me enamoró, ya ves.





+Como te retumba el pecho
 -Tranqui es solo mi maltrecho corazón, que se encabrita cuando oye tu voz el muy cabrón. 

Cuando no tienes nada, solo te queda eso.

Salir, beber, el rollo de siempre. Beber hasta el agua de los jarrones, agotar el vodka del mundo entero. Fumar como si fuera el oxígeno que necesito respirar. Olvidar las penas, olvidar hasta que nos queremos. Dejar de odiar y ser feliz.

No sabes lo puta que puedo llegar a ser.

Tiéntame una vez más y salto. Dame celos una vez y yo te los daré por partida doble. Sácate una foto con una chica, yo me sacaré veinte con mi ex. Sal y muerde a tres, yo morderé a uno que te dolerá mil veces más que a mi tu "hat-trick". Me puedo arreglar y salir a más que a comerme el mundo, a comer bocas. Puedo fumarme cajas y cajas de tabaco para quitarme tu sabor. Puedo beber tequila como si fuera agua mientras cuento que no significas nada para mí. Puedo subirme a los tacones más altos que existan y bailar hasta romperlos.



For you.

Para ellos. Para las que me llaman puta por robarles a su chico con una sonrisa. Para las que intentan robarme al mío con una mirada. Para los que me critican por mis noches de desenfreno. Para los que me llaman borracha por beber un cacharro de más. Por todas aquellas que se arriman a Sergio.

Lo dejaría, pero no puedo.

Dejaría todo esto. Y una vez más, sábado noche. Y una vez más yo frente al ordenador escuchando canciones tristes. Y una vez más, pensando en él, en qué estará haciendo. Y una vez más se que está con ella. ¿Y qué hago yo? Lo de siempre. Desear dejar de quererle de una puta vez. Dejar de sonreír cuando me habla, dejar estas ganas de él a un lado. Dejar de quererle, echarle de mi vida. Porque la misma persona que me hace feliz es la misma que me hace daño. Un daño que hasta me gusta por ser él.


viernes, 2 de marzo de 2012

jueves, 1 de marzo de 2012

Me di cuenta.

"Me di cuenta de que te amaba más que a mi propia vida y que prefería entregarme por completo a tu poder antes que seguir viviendo sin ti. La magia no podía hacerme nada peor que vivir sin ti. Estaba dispuesto a entregártelo todo y ofrecía al poder todo lo que tengo. Todo mi amor por ti. Cuando me di cuenta de lo mucho que te quería estaba dispuesto a ser tuyo fueran cuales fuesen las condiciones. Estaba protegido porque tu amor ya me había tocado".
(Richard Cypher, en El libro de las sombras contadas)

Sergio, Hoy 15:09

-Vida gracias por existir y por estos dos meses que fueron los mejores de mi vida, todo gracias a ti. Te amo (L)

Y ya van dos.

Que rápido pasa el tiempo, quien lo diría. Que aunque me falten inspiración y ganas lo mínimo que podría hacer es escribir hoy. Marzo, día uno. El tercer uno a su lado. Recuerdo como yo ya le miraba de forma diferente desde hace mucho, como un sueño inalcanzable. Recuerdo como si fuera ayer el día en el que nerviosa abrí mi ordenador y quedé con el aquel día gracias a mi amiga. Septiembre, recuerdo aquel día de fiesta, aquel en el que besé por primera vez. Recuerdo como luego pensé que solo sería una más. Octubre, recuerdo como volví a estar de nuevo con él, como me hizo sufrir. Noviembre, recuerdo todas las veces que creí haberle perdido, todas nuestras reconciliaciones. Diciembre, como me dijo por primera vez "te quiero". También recuerdo su primer  "te amo". Recuerdo que vino a verme y que fui. Recuerdo los paseos de la mano y sus besos a media luz. Recuerdo todos y cada uno de sus abrazos, de sus besos y de sus susurros. Recuerdo sus borracheras y sus tonterías que me hacen sonreír. Recuerdo la sala 4, la butaca 15. Enero, le recuerdo mirándome y diciéndome "pierdo el control contigo". Recuerdo como poco a poco me enamoraron sus ojos.  Recuerdo la primera vez que me dijo que estaba enamorado de mi. Recuerdo el día en el que empezamos. Recuerdo como le dijo a su amigo lo que sentía por mi, todos sus mensajes. Febrero, recuerdo nuestras noches locas, volver en bus con mi cabeza apoyada en su hombro. Recuerdo como me robaba chicles. Pero mi mayor recuerdo es que es el motivo de que yo sea feliz día tras día. Muchos besos, abrazos, odios vicios, celos, enfados, arrepentimientos pero sobretodo amor.




¿Dónde hay que firmar para seguir siendo su enana, fea, guapa, preciosa, princesita y tontita para siempre?