Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

lunes, 12 de marzo de 2012

Y era perfecto aquello de quererse.

Cuando discutíamos por quien quería más. Cuando me decía cosas que me hacían temblar, cuando sonreía cada día con sus mensajes. Cuando me echaba a llorar de tanto querernos, de felicidad. Cuando se me quitaba hasta el hambre, porque solo le necesitaba (y necesito) a él para ser feliz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario