Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Siento demasiado.

Tal vez eso que sientes lleve dentro de ti más tiempo de lo que crees. Tal vez quieras más de lo que nunca creíste poder querer. Un sentimiento que no sabes cuanto lleva ahí; tal vez desde la primera vez que le viste, tal vez desde tu primer beso, tal vez desde la primera vez que os dijisteis "te quiero". Y ese sentimiento día a día crece, sin darte cuenta. Te empiezan a doler sus palabras, te afecta lo que a él. Te hace sonreír cada vez que te habla. Le empiezas queriendo, luego te encanta, y llega el punto en el que lo de amarle se queda corto. Llega el momento en el que no puedes expresar con palabras lo que sientes. Pensar en perderle y sentir que te cuesta respirar. Que se te acelere el corazón hasta llegar al borde de la taquicardia por tenerle cerca. 








Y vivir colgada de su boca, hechizada con sus ojos.

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