Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

viernes, 2 de noviembre de 2012

No sabes lo grande que has sido.

Pues ha pasado el tiempo. Ha pasado el tiempo y tiempo desde la última vez. Si te digo la verdad no sé bien ni qué decirte. Tal vez has hecho lo correcto. Puede que lo nuestro no fuera a ninguna parte, ya no. No te imaginas lo que duele decir esto, pero no tenemos arreglo. Ya ni me apetece pensar si la culpa es tuya o es mía. Si te escribo todo esto es porque a pesar de todo creo que nos merecemos una despedida. Lo que tuvimos fue muy grande, lo mayor que me ha pasado. No quiero reprocharte nada, los dos tuvimos fallos. Nos quisimos muchísimo, hay gente que nunca llegaría a entender como en tan poco tiempo fuimos tanto. Crecimos en el amor, juntos fuimos felices y vivimos momentos que nunca voy a olvidar. Para mi fuiste el primero. Si alguna vez te hice daño espero que no me guardes rencor, desafortunadamente el que yo ahora te guardo. Me gustaría que el tiempo curase las heridas, poder hablarte. Te quiero, te quiero muchísimo pero  como antes dije, puede que tengas razón. Quizás el final de todo esto haya llegado y no lo hemos podido evitar. No quiero repetirme, pero en resumidas quiero darte las gracias. Gracias porque el tiempo en el que estuvimos juntos fui jodidamente feliz y me gustaría quedarme con eso. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario