Dicen que los mejores textos son escritos desde la tristeza, pero es que ahora mismo no hay mayor inspiración que la que él me aporta.
Un once de noviembre cualquiera solo me pudo decir "entiendo que no quieras estar a mi lado, solo te hago daño". Eso es totalmente cierto, pero dos días después ya estábamos curando nuestras heridas con saliva. "Desde aquel día, el primero en el que nos besamos, si ese, no sé, siempre tuvimos algo". No sé si siempre lo seguimos teniendo o qué, yo solo sé que mientras el mundo giraba el era un puto punto que estaba en el centro, si moverse.
Y ahora pasan los días, y me los ilumina con su sonrisa. "Podría pasarme la vida en tus brazos" le digo a veces. Es totalmente cierto. Adoro como me abraza, como con delicadeza me acerca a él y me besa. ¿Qué simple parece no? Hace poco más de un mes sería algo impensable, inalcanzable. Cuando éramos como dos conocidos que se conocían demasiado bien. Le quiero, le quiero mucho, pero bueno no es nada nuevo.
Quiero que me recuerde siempre como su primer amor. Ese primer amor adolescente que hace que se te escape una sonrisa. Que recuerde cuando entre y clase y clase nos escapábamos para vernos, sin pensar en nada más. Solo él y yo, y todo un mundo por descubrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario