Adoraba como me hacía sentir.
Sus ojos verdes y su pelo castaño. Sus sudaderas y sus vans. Su forma de peinarse y colocarse la sudadera, sin saber que estaba guapo de todas formas. Su risa y su sonrisa. Cómo me hacía reír y sonreír. Las tonterías, los besos, los abrazos. Su voz llamándome y su boca diciéndome cosas bonitas al oído. Su manera de quitarme el frío en invierno. Las tardes juntos, las noches también. Los paseos de la mano, ir a buscarle a la estación. Las miradas de envidia por estar a su lado, cada una de sus paradas en los partidos. Acabar por los suelos. La forma como me miraba; desde la pared, o desde aquel puente mientras me alejaba. Su forma de ser, que nadie lo igualaba. Un chulito que me alejaba de los vicios y a la vez era el más sentimental. La forma que tenía de enfadarse. Las canciones que escuchaba. Su manera de beber cervezas. Su manera de quererme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario