Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

martes, 24 de julio de 2012

No consigo reconocerle.


Cada día me sorprendo más, me sorprende más. Pasa el tiempo y me doy cuenta de que estuve con un completo desconocido, o el conocido al que amé ha cambiado. No queda nada, ni un resto de la persona a la que quise. No sé si la vida le ha echo cambiar o simplemente en aquel tiempo llevó una máscara. Tal vez hizo el papel de su vida. Prepotente, creído. Un chico que no se merece ni tu palabra, en ocasiones te trata hasta despectivamente. Que irónico, aún recuerdo aquellos tiempos en los que me prometió nunca hacerme daño, en los que se le hacía imposible tratarme mal. Me hace gracia acordarme de cuando yo lo era todo para él. La mayoría de las veces creo que aquel chico ya no existe y sufro. Realmente le echo de menos, pero al verle actualmente solo me puedo alegrar de que me haya dejado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario