Como cuando el verano se nos va de las manos, como esa incertidumbre de saber que pasará. Y hablo de ti, de mi, de nosotros. Incluso de él.
Porque volverá a cruzarse en mi vida, o en algún pasillo del instituto. Miraremos a la pared pero en el fondo siempre nos quedará esa pequeña sensación de "un día fuimos". Y en el fondo es bonito pensar que alguna vez la persona que mas quisiste al menos sintió algo por ti. Y que al menos siente, aunque sea asco.
Y luego estamos tú y yo, amor de verano que comenzó en febrero. No pude evitar aferrarme a él como un enfermo a la vida. Y sé que es la persona correcta, lo que debo hacer.
Pero yo siempre fui una rebelde.
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