Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Yo siempre fui una rebelde.

Como cuando el verano se nos va de las manos, como esa incertidumbre de saber que pasará. Y hablo de ti, de mi, de nosotros. Incluso de él.
Porque volverá a cruzarse en mi vida, o en algún pasillo del instituto. Miraremos a la pared pero en el fondo siempre nos quedará esa pequeña sensación de "un día fuimos". Y en el fondo es bonito pensar que alguna vez la persona que mas quisiste al menos sintió algo por ti. Y que al menos siente, aunque sea asco.
Y luego estamos tú y yo, amor de verano que comenzó en febrero. No pude evitar aferrarme a él como un enfermo a la vida. Y sé que es la persona correcta, lo que debo hacer.

Pero yo siempre fui una rebelde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario