Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

martes, 29 de mayo de 2012

No has cambiado, has vuelto a ser tú.


Quiera o no sigue en mi cabeza grabada tu puta imagen. Llevo casi dos meses sin probarte y no sabes que síndrome de abstinencia. Cierro los ojos y veo los rayos de sol reflejándose en tu pelo  castaño y en tus ojos verdes. Ahora que te has quitado la máscara de nuevo, debería odiarte. Vuelves a ser el loco que va de bar en bar. El que se enamora de una rubia y solo sabe destruirme. Ya no le quedan sentimientos, o solo para ella. El que quiere hacerse viejo sin dignidad. Más de fiesta que en casa. Un imbécil como otro cualquiera.

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