Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

lunes, 7 de mayo de 2012

Nada absolutamente nada.

Ni nadie, absolutamente nadie hace que me olvide de ti. Ni los días, ni los lugares, ni tus malas palabras, ni tu nueva forma de ser, ni tu indiferencia. Ni siquiera ver como la abrazas a ella, ni siquiera viendo como poco a poco te enamoras. Ni probándome otros nombres. Es imposible sacarme tus ojos y tus besos de mi cabeza. Mi corazón, creas o no, sigue latiendo por ti Sergio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario