Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

jueves, 17 de mayo de 2012

Hasta lo comprendo.

Porque si yo pudiera lo haría. Dejaría de acostarme temprano para que pasen rápido los días y vuelvas, aún sabiendo que ya no volverás. Que tus ojos ya tienen dueña. Entiendo que prefieras un amor de verano, como en las películas a mi amor de invierno. Sus pantalones cortos a mi bufanda, su melena rubia a la mía, sus ojos azules a los míos, las sandalias a las botas, las noches cálidas al frío de nuestras tardes, el sol a aquellos diluvios, los helados a los churros, la arena de la playa al suelo del instituto, entiendo que la prefieras. Pero creas creerme o no, yo diré lo de siempre; te aseguro que nadie te querrá como yo. Que con ella no podrás correr bajo la lluvia, ni quitarle el frío mientras nieva. Al fin y al cabo fue tu decisión, respeto que la quieras, que os queráis. Y no pienso ser cínica, realmente me duele verlos juntos. Llevamos tiempo sin mirarnos a los ojos y aun así sigo hablando de ellos cuando me preguntan por mi color favorito.


Summer love.

Winter love.



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