Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

sábado, 25 de agosto de 2012

La impotencia sigue conectada.


Llego a casa aturdida por el tequila, son solo las once pero para mi fuera la noche acaba. No hay ganas de seguir intentando mentirme un poco. Me voy a la cama, mientras alguna balada desgarradora escucho. La televisión del vecino se oye desde aquí.
Alguien estará partiéndose la cara en algún pub, yo peleo con el vacío pero apenas lo puedo tumbar. Las notas de piano son una fábrica de flashes pero esta es la única manera de poder acompañarme. Tras unas líneas leídas la concentración me abandona y sucede que miro a mi perro y me canso de ser persona. 
Me pongo al whatsapp en busca de otra alma insomne, "el amanecer es una emboscada" pone en mi estado. Echo un ojo a mis contactos y las pulsaciones se disparan cuando le veo conectado con una foto de su cara. Parece mentira pero yo un día besé esos labios mientras decían cosas de las que aún ando enamorada. Tengo ganas de preguntarle ¿qué tal, cómo va todo? Pero me dolería demasiado ser solo su amiga y además sería absurdo. Que silencie el llanto de lo que en su despedida nació. Como un íntimo desconocido no me dice nada, tal vez  esté pensando lo mismo o chateando con un ligue...
Y en unos segundos pasa media hora. La música seca mis ojos pero mis manos lloran. Estoy a punto de escribirle pero mi impulso se colapsa. Tengo miedo de que por su parte todo sea frío y compruebe que ya nunca más estará a mi lado. Pienso en desconectarme pero me imagino que le digo: "cuéntame como te va" y para rematar: "¿cuándo volverás...?"
Nerviosa y surrealista, sabiendo tanto nos acariciamos... "No hay nostalgia peor que añorar lo que no sucedió" Dice la letra. Mis ojos son cables de alta tensión mojándose por no escuchar su voz. El cortocircuito será una chispa loca por prender la llama. Acaba y mi mirada perdida se encuentra con una pantalla donde en silencio y sin decir nada ninguno de los dos calla.
Busco su nombre pa abrirle ventana pero solo entran cuervos negros. Cuando atónita me quiebro entera: ya está desconectado. Derrotada y en shock solo puedo apagar el móvil y resignarme a un adiós que ni su mano ejecutó. Recuerdo cuando golpeábamos las teclas juntos. Entre bromas y besos. "Qué sucedió" otra vez me pregunto...


3 comentarios: