Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

sábado, 25 de agosto de 2012

Solo soy una idiota que le adora.

Volví a caer en sus brazos. "Estuve con Sergio", hasta me resulta extraño decirlo. Después de tantos meses sin probarlo. Pero ahora mismo soy una simple idiota; una idiota que le adora. Sé que no puedo exigirle absolutamente nada, que no puedo quejarme por ser "la segunda de la noche". Por formar parte de ese "doblete" del que tan orgulloso está. Mentiría si dijera que no volvería a hacerlo, sé que no podría soportar tenerle cerca y no besarle. Lo sé. Como también sé que todo ocurrió por el alcohol, por parte suya; se arrepiente. Y mientras, yo, solo intento olvidarlo todo para no ilusionarme. Lo hice porque realmente lo sentía, y lo haría millones de veces más a pesar de no ser la única que se cuelga de sus labios esa noche.

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