Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

lunes, 6 de agosto de 2012

Lo que ya no es.

De llegar siempre a deshora, tal y como marcaba el corazón. Con los zapatos rotos y empapada, pero con una infinita sonrisa. Mi felicidad se olía en un radio de mil metros cuadrados. Llevaba conmigo la alegría que él me había enseñado a sentir. Ahora solo quedan sonrisas que ya ni quedan, zapatos rotos y cicatrices. Es increíble como puedo mirarle en la distancia mientras disimulo, es increíble que ni me mire. No puedo dejar de ponerle los ojos encima mientras hace como si no me conociera, y a veces llego a creerme que nunca tuvimos nada y que no le conozco. He olvidado su olor y mi nombre en su voz. Siempre intenté darle lo mejor y ser perfecta pero nunca fue suficiente.

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