Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

lunes, 20 de agosto de 2012

Tal vez le quiero.

El amor concede a los demás el poder para destruirte. Yo le quise, y a veces él también me quiso. En las noches como esta le tuve entre mis brazos. Le besé tantas veces bajo el cielo infinito... 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche, pensar que no le tengo. Sentir que lo he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin él. 
La noche está estrellada y él no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.  Mi corazón le busca. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no le quiero, es cierto, pero cuánto lo quise.  Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otra. Será de otra. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no le quiero, es cierto, pero tal vez le quiero.  Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido...


No hay comentarios:

Publicar un comentario