Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

lunes, 16 de abril de 2012

Me duele algo ahí dentro y creo que es el corazón.

Se acabaron los besos y las noches locas, los tequilas. Se acabó el dedicar canciones y pasarme la vida con esa puta sonrisa tonta en la cara. Se acabó el uno de enero, se acabó Sergio. Tocará buscar otro motivo por el que escribir, otro motivo para seguir con vida, otro motivo para respirar. Toca remontarse al 14 de diciembre, en el que no éramos nada. Todo fue un error, el mayor de mi vida. Mil veces me lamentaré por no dejarlo en un chico de un día, por permitir que me hiciera daño. Mil veces me sentiré una estúpida por arriesgar demasiado por él. Es el primero, no tiene porqué ser un acierto. Pensaba que sería y no es. No es ni lo que quiero ni lo que me merezco. Adiós Sergio, que te vaya bien.

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