Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

miércoles, 4 de abril de 2012

Puede que hasta sea mucho para mi.

Aunque hoy se merece un buen texto hoy hablaré de como me siento. Tengo quince años y unos padres que no me dejan respirar. Que no confían en mi y lo peor, piensan que no tengo criterio propio. Obsesionados con si tengo novio o no. Pues si, lo tengo y le quiero, le quiero más que a mi puta vida. Vale, tengo 15 putos años pero quisiera que por un minuto no me juzgaran por mi edad. Porque si, a esta edad piensan que eres una niñata que conquistan con cuatro tonterías para tirársela. Que si estoy con un chico es por no destacar. Piensan que lo saben todo, pero quizás se equivocan. No saben lo que siento. No saben lo que este chico significa para mi. No saben que es él el que me mantiene con los pies en la tierra, el que me hace aposentar la cabeza.  Por una vez la mala influencia soy yo. Lo aseguro, es el chico que cualquier madre quisiera. Lo hace todo por mi, incluso me quiere. Vendría a verme tantas veces como yo quiera. Me cuida cuando salgo, me protege. Estudia, me respeta. Incluso se acuesta temprano. Me aleja de los malos vicios, me guía. Puede que hasta sea mucho para mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario