Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

lunes, 23 de abril de 2012

Sus sinceros ojos verdes mintieron.

Estaba desperdiciando su vida a mi lado, es una de las cosas que llegó a mis oídos. Al igual que se arrepentiría de dejarme, sigo esperando su arrepentimiento, sigo esperándole. Me amaba más que a su vida, lo nuestro era para siempre. ¿Y que pasó? Me olvidó. No le culpo, si yo pudiera ya lo habría echo. Lo más jodido es recordar su mirada. Sus ojos felices cada vez que sonreía, sus ojos tristes al pensar que podría perderme. Nunca pensé que sus ojos verdes podrían dejar de mirarme. No solo quiero sus ojos, le recuerdo y me pongo a temblar. Era jodidamente perfecto. Ya no queda nada de aquel chico. Ahora es otro, de esos que te dicen: "lo siento nena, te equivocaste estando a mi lado. No soy alguien de quien te puedas fiar." De esos que te hacen quedar como una gilipollas. Solo hizo un papel una vez más, te dice que te quiere, pasan dos horas y lo deja de hacer. No es asi. Ni te quiso hace dos horas, ni te quiere ahora, ni nunca le importaste una mierda. Ojalá se te oscurezcan esos ojos verdes.



No hay comentarios:

Publicar un comentario