Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

jueves, 23 de febrero de 2012

Esa cara de gilipollas que pongo cuando le hablo.

Esa sonrisa inconsciente, ese brillo en los ojos. Ese aceleramiento de mi corazón, esos temblores que me entran al ver tu nombre, Sergio. 

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