Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

sábado, 25 de febrero de 2012

Y una vez más, él.

Me colgué de su mirada para luego caer a sus pies. "Hoy me como el mundo" pensé. Yo y mi amiga nos fuimos hacia la fiesta. Faltaban dos horas para que él, mi portero, saliera del entrenamiento. Y todo pasó demasiado deprisa. Cuando me quise dar cuenta le tenía junto a mi. Nos besamos delante de todos, sin dar importancia a nada. Me llevo en brazos hacia un rincón y juntos miremos las estrellas. "Es mucho para ti, Sergio cuídala" le decían sus amigos. Recuerdo como le miré a los ojos y mientras me cogía la mano sonreíamos. Parecíamos dos enamorados, quien lo diría. Aún así el seguía conservando su fama de don juan, pocos sabían que yo no era una más. Y juntos nos fuimos en un bus. Apoyé mi cabeza en su hombro y le juré que en la vida quise a nadie de esa manera.



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