Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

lunes, 27 de febrero de 2012

Y es que ya le necesito hasta para respirar.

Yo no quería eso, pero a veces pasa, te enamoras. Vas y te enamoras de quien nunca creerías que pudieras hacerlo. Aún conociendo su manera de ser. Y el roce hace el cariño y cada vez sientes que se va a convirtiendo en algo para ti. Ves el camino difícil pero luchas por lo que sientes y apuestas por ello. Te llevas alguna que otra ostia pero luego ves que todo eso sirvió de algo. Cuando crees que has perdido la batalla, cuando crees que ya no queda nada, reaparece diciéndote que no consigue encontrar a nadie como tú, que eres diferente. Y es cuando te crees la más afortunada del mundo, es más, lo eres. Eres la más feliz. Os dais cuenta de que no tiene sentido seguir haciéndose daño porque "Él no es sin mi, y yo solo soy con él". Se acaba transformando en tu vida, y llega el momento en él que sin él no puedes vivir. Y sois felices juntos, los meses pasan y ya van casi dos. Con celos, peleas, discusiones, odio y sobretodo, amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario