Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

jueves, 23 de febrero de 2012

Nadie puede hacerme más daño que él.

Me pongo a escribir esto en el rato mientras él no está hablándome, pues no sería capaz. Capaz de decir todo el daño que me hace por nada, tal vez sin querer. Ponerme a temblar por enfadarme con él, esto no puede ser bueno. Le tengo a mi lado y siento un miedo terrible de dejar de tenerle. Sentir que me dan una patada en el corazón cuando dice que "su amor platónico" es otra. Como siempre, más mayor, más guapa. Como siempre mejor que yo. Y sentir eso, una patada y que te falta hasta el aire. Y cuanto más lo pienso, más duele. Me duele saber que mi vida depende de un chico de 15 años. En estos tres días le he querido más que a nada, nos hemos enfadado, le he visto y le he vuelto a querer más que a nada. Me he dado cuenta de que puede destruirme solo con palabras, como también hacerme sonreír solo con una mirada.

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