Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

sábado, 25 de febrero de 2012

Se me rompió el alma.

Estaba apoyado en una pared. Nunca antes lo había visto así. Me acerqué a él y le acaricié pero me di cuenta de que nada de lo que pudiera hacer causaba efecto en él.  Una y otra vez le pregunté: "¿Qué te pasa? dímelo por favor". No era capaz a mirarme a la cara, solo desviaba la mirada hacia el suelo y yo podía ver como se humedecían sus ojos. Yo buscaba desesperada su mirada mientras me volvía loca pensando que podía perderle. Le amenacé con irme y solo supo decirme que eran tonterías suyas, que lo perdonara. Le abracé más fuerte que nunca mientras me caían algunas lágrimas. Algo le pasa y todavía no sé que es.


No hay comentarios:

Publicar un comentario