Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Haciendo balance..

En este 2011 me ha cambiado la vida. Todo perfecto hasta mayo. Mayo en el que me encapriché de E. Me hizo daño, vi como se enamoraba de otra en mis narices. La distancia rompió su relación, una relación verdadera. Yo lo vi llorando y supe que la quería de verdad. Pero más tarde reaparecería en mi vida. Todo un verano aburrida, lejos y sin preocupaciones.
 Y en agosto lo vi por primera vez. Ya le conocía, él estaba borracho y yo me encapriché con él. Pero no sería ese el día en el que Sergio G. se fijara en mi.
Septiembre, mes en el que mi vida empezó a cambiar, en el que yo cambié. Puto mes en el que Sergio G. entró en mi vida. Una noche una amiga común nos juntó para liarnos en una fiesta al día siguiente. Recuerdo mi primer beso junto a él, yo me moría de nervios por no saber. Recuerdo como me seguía a todos sitios, como yo seguía queriendo a E. Como Sergio no paraba de querer besarme y como yo pensaba que era un pesado. Como E. se me escapaba, como me enteré de que tenía algo con una de mis mejores amigas. Como besaba a posta a Sergio para darle celos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario