Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Las cosas van y no vuelven.

Hay un momento justo antes de dormirte completamente en el que tu conciencia recupera en un instante los momentos más importantes vividos durante a lo largo de tu vida. Cada día, cada noche, sin darnos cuenta. Dicen que el segundo después al flash, aparece la persona que te hace sonreír...e inconscientemente, nos dormirmos.
Pero yo estoy guay, a veces vacío pero tranquilo, aprendí a disfrutar de la soledad como dijeron : “tranquilo que esto pasa, mañana estarás bien, no hay ningún mal eterno”. Que “todo pasa” ,todo el mundo lo decía, y que no era el fin del mundo, ya, pero lo parecía. Fue querer no ser, vivir dentro de una piedra, desaparecer, sentir que alguien así no volverás a conocer. Pensarás lo estúpido que fuiste, las fuerzas que gastaste, el tiempo que perdiste. No vuelvas a llamar si no es para decir que tienes una máquina del tiempo o un invento que borre el recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario