Normalmente, cuando encuentras un juguete nuevo, abandonabas al anterior por la novedad. Esto me recuerda algo a ti. Fui un juguete, un capricho, algo que no valoraste. Pero llegan otros momentos,otros lugares y aparecen nuevos juguetes, nuevos caprichos, y por supuesto, aparcas a tus trastos favoritos para probar los nuevos. Allí está ese juguete que enormemente te gustaba, tirado en un rincón, olvidado, cogiendo polvo.
Llega un momento en el que te aburres y piensas en aquel juguete que tenías hace tiempo. Oye, ¿Te acuerdas de aquel jueguete que tanto te divertía, que tanto te hacía feliz?. Vas a buscarlo y no está. ¿Y ahora qué? Ahora te queda arrepentirte.
Pequeño ingenuo, me he largado. Te toca jugar solo.
Quiero tocar el piano de tus costillas, sin hacerte cosquillas.
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