Esta es la historia de la primera y última vez que me enamoré. A veces pienso que todo lo que te quise de algo habrá valido. Y no me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras. Ningún amor de verano podrá darte el calor que yo te daba en invierno. Y aunque te eche de menos a morir, hay amores eternos que duran lo que dura un invierno. Sigo hablando de sus ojos cuando me preguntan por mi color favorito. Desde el día que se fue la vida sigue como las cosas que no tienen mucho sentido.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Te puedo echar de menos más que a nada.

Serviría de algo? Ni siquiera te conectas. Pero de momento eres un recuerdo. Ni malo ni bueno. Recuerdo a un chico de ojos verdes. Me hacía ser la más feliz. Dudaba mucho de lo que teníamos pero no era nada sin él. No salía de mi cabeza nunca, incluso tenía su foto. Me decía las cosas más bonitas que nadie me había dicho nunca. Me moría por verle, aunque en ocasiones el miedo me hacía intentar ponerle excusas para no quedar. Más de una vez me armé de valor y fui a verle. Yo olvido lo malo, me quedo con esto. Con la noche en la que no parabas de decirme que me fuera contigo, que no querías separarte de mi. Cuando me cantaste esa canción y me llevaste en brazos como a una princesa ; ese cielo estrellado. Cuando me pusiste en tu estado de tuenti sin importarte que nadie lo viera. Cuando nos poníamos comentarios insultándonos en broma. Cuando me mandabas privados si no me conectaba. Te ibas a dormir pero me mandabas mensajes, te encantaba que te dijera te quiero una y mil veces. Discutíamos sobre quien quería más o sobre quien era más tonto. Nos intentábamos dar celos mutuamente, miles de indirectas. A mi me llamaban por tu nombre. Cuando me enfadaba para ti se detenía el mundo. Nos pasábamos el rato abrazados, no sabes cuanto me gustaba mirarte a los ojos. Pero como digo, estos verbos son en pasado. El pasado pasado es, queda asumir que eso no volverá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario